domingo, 11 de abril de 2010

LA CALVA

El juego de la calva es uno de los muchos y variados juegos de “marro”, que tienen en común el tirar al suelo o tumbar, desde una determinada distancia, un hito, bolo o tango de madera, ya sea con una tanga, con un canto rodado o con un marro.
La calva no tiene un origen conocido preciso, ni en su nacimiento ni en sus reglas. Se puede atestiguar su antigüedad por los sitios en que se practica, fechas en las que se hace tradicional, el ambiente que se crea entre participantes y espectadores y la transmisión oral.
Este juego se practicaba en unas determinadas fechas, aprovechando fiestas como la Semana Santa y la Pascua. Acudían los pastores y ganaderos a los pueblos próximos a su asentamiento con los ganados para proveerse de sus necesidades; en estas circunstancias se celebraban las partidas de calva entre unos y otros.
De este juego no se conocen reglas escritas, carece de reglamento formal, pero está sometido, y sus practicantes aceptan, a unas reglas. Antes de iniciar el juego, se elige por los participantes el calvero y el rayador: el primero es el encargado de dar por válidas las calvas y colocarla después de cada tirada, y el segundo de contabilizarlas por medio de rayas.
La “calva”, parte principal e imprescindible del juego, es un trozo de madera, generalmente de encina u otra madera dura, de una sola pieza en forma de ángulo obtuso, entre 120 y 140 grados. Cada uno de los brazos de este ángulo suele tener unos 20 o 30 centímetros de longitud. Estos brazos no suelen ser del mismo tamaño, y uno de ellos, que será el que sirve de base, es un poco más largo.

Calvas vistas de frente

Calvas vistas de perfil

La otra parte necesaria para el juego es el “marro” con el que el jugador tira a dar a la calva. El marro está hecho de una piedra dura, generalmente de granito basáltico o pizarroso. Sus medidas oscilan entre los 20 y 25 centímetros de longitud, y un diámetro de 6 a 8 centímetros. Tienen un peso de unos 2 kilos y cuarto. También puede utilizarse un canto rodado de río con unas dimensiones parecidas.


Marros adaptados a la edad de los alumnos

El juego se realiza en un lugar llano llamado patio, cuya característica principal es que se puede marcar fácilmente. El calvero coloca la calva a 18 pasos del lugar donde han de tirar los jugadores. El calvero traza una raya transversal desde la que, sin pisar, lanzan los jugadores el marro. Siempre coloca la calva después de cada tirada.
Cada partido de calva lo disputan 2 equipos formados por varios jugadores. Los partidos se juegan a un número prefijado de juegos. Cada juego lo gana el equipo que hace primero 9 calvas (9 derribos de la calva). La misión más importante del calvero es la de juzgar qué calva es buena e indicar al rayador su anotación.
Por sorteo de moneda al aire, u otro tipo de sorteo, inicia el juego un miembro del equipo ganador del mismo. Si consigue derribar la calva, continúa tirando otro jugador del mismo equipo y así sucesivamente hasta que, por un fallo, le toca la suerte al otro equipo, que se rige por las mismas reglas.
Una calva es válida o buena cuando el marro derriba la calva sin tocar el suelo anteriormente.
Estas son las normas generales que rigen este juego, aunque en algunos lugares, la costumbre está por encima de las reglas.
Estos son algunos momentos del juego de la calva:






No hay comentarios:

Publicar un comentario